Los animales que nos dejan: Las ventanas

Cuando El se fue, tome dos decisiones, la primera; aprender a hacer asados lograr el justo equilibrio al comenzar el fuego, sostenerlo y que no se queme la carne. La segunda; reemplazarlo con un perro, pensaba que un poco de compañía fiel no me vendría nada mal. Y el perro se vino a vivir conmigo.
En un comienzo el perro me era incondicional, festejaba mis llegadas, era inmune a mis cambios de humor, a mi música a todo volumen, a mis pasiones desbordadas, a mis horarios laborales cambiantes.
Pero pronto el perro comenzó a engordar, a echarse sobre la ropa amotinada y sin planchar, a quejarse demasiado cuando me olvidaba de darle comida, a romper histéricamente las bolsas de basura y a ocupar empecinado el lado derecho de mi cama.
Entonces un buen día, cuando mis días negros ya habían pasado y empecé a poner orden en mi vida, inspirando vientos renovadores, la compañía de un perro desobediente y mal acostumbrado se me hizo insoportable.
Los dos estábamos incomodándonos y finalmente un domingo por la tarde me desprendí de El. Le conseguí otro hogar, no tuve remordimiento alguno y sentí un profundo alivio.
Hoy en día convivo con un hermoso gato aparecido, porque los gatos aparecen, uno no debe ir a buscarlos. Por fin este noble animal logro colmar mis expectativas. Nos buscamos cada tanto, duerme en mi cama o en el sofá, ronronea agradecido algún mimo, me lo da de vez en cuando.
Yo voy y vengo y no tengo que volver a cuidarlo, El se hace cargo del el y yo de mi. A veces cuando tengo ganas, lo llamo, y generalmente acude. Cuando esta en celo sale por algunos días a entretenerse, en esos casos solo debo procurar dejar la ventana abierta, para cuando vuelve cansado, sigiloso, algunas de esas noches que se le hacen frías.

1 comentario:

Moon dijo...

Los perros siempre fueron mi debilidad, creia que realmente eran fieles amigos, el tiempo me fue convenciendo de que en realidad eran animales superdependientes, por lo tanto aburridos y rutinarios.
Como pueden esperar contentos que uno lo saque a pasear todos los dias a las 9 de la noche???
Los gatos son misterio y silencios contagiosos, confidencia y recelo.
Ellos te ponen a prueba dia a dia.
Una vez vi a un gato subido a la ventana de un piso 15, miraba las palomas volar y se relamia.
Cerra la ventana, el toga se va a tirar- aconseje preocupado.
No se va a tirar- contesto segura.

Un perro no se hubiera tirado, se hubiera caido.