Un tornado arraso mi ciudad y a mi jardin primitivo

">
Yo tuve la mejor flor, la mejor de la planta mas dulce”

Las extraño, porque al abandonarlas, me abandone un poco. Miras a tu amigo y a veces te pasa, sentís que lo desconoces, que es lo mismo que sentirse traicionado. ¿Cómo se puede ser tan cruel para traicionar a un niño?, Por eso te niegas a preguntarte;¿Volvería a elegir “al amigo de toda mi vida” hoy? ¿Que es lo que cambio entre nosotros, las elecciones, las prioridades?, ¿Por que va quedando desdibujado, lo que nos era común.- No estábamos juntos en eso?”
Conoce las grietas, me da la oportunidad de ser vulnerable pero también es memorioso y esta empecinado en verme desde el niño que fui. Esta siempre atento, observa jugadas, desenvolvimiento y reprocha cualquier cambio de rumbo que reniegue raíces. A veces también pasa que dejamos de vernos o terminamos viéndonos de pura costumbre, entonces; los cuerpos se desconocen. Pero por suerte hay partes que tiene el y hay pedazos que guardo yo y podemos reconstruimos. Nada se les puede esconder, por más que los ojos huyan. Nada. En ciertas circunstancias si uno esta atento, intuye, entonces llama, busca, insiste. El amigo responde y el abrazo siempre cura a los niños partidos.
Ayer en River, Las pelotas y Divididos, intentaron ser Sumo. Estuve hundida en el barro de mi niñez, adquirí por un rato cierta frescura, pero a pesar de mi renovado entusiasmo, note que me quedaba poca inocencia para el salto. Mi cuerpo era otro, agotada y rendida me entregue a la inercia, a la rítmica y constante marea de gente.
Arriba del escenario cada uno re ocupaba sus puestos. Sus movimientos eran poco espontáneos, jugaban brusco, reían torpes, se tocaban ansiosos, buscaban, seguían buscando, pero no se reconocían.
Era un dolor dulce, verlos engañarse y engañarnos, verlos jugar el mismo juego sin ganas de jugar.
¿Era Luca?¿ la intenciones individuales, las prioridades de hoy?.No se. Eran nenes aburridos, que no se elegían y en esa no elección reinaba la tristeza de haber sido y el dolor de ya no ser.

1 comentario:

Negra dijo...

Por favor qué palo, sentir que el propio cuerpo perdió el código con otro es saber que la experiencia nos va ganando, es mirar para atrás y verlos juntos, mirar para adelante y verlos cada uno dentro de un destino distinto. Muy doloroso. De eso se trata, de elegir.