
Murio la niña, murio el buitre, murio el fotografo(quedamos vivos la foto y nosotros, mirandonos)
En 1994,Kevin Carter viaja a Sudan y toma la fotografia que le hizo pasar a la historia, la imagen de un cuervo esperando a que la moribunda niña concluyese su camino y Carter mirandolos a los dos. A los periodistas se les aconsejaba que no tocasen a los moribundos por riesgo de contraer enfermedades infecciosas
Catorce meses después de tomar la foto Kevin aparcaba su furgoneta cerca del río donde jugaba cuando era niño, enchufaba una manguera al tubo de escape y se suicidaba a los 33 años.
“Es la foto más importante de mi carrera pero no estoy orgulloso de ella, no quiero ni verla, la odio. Todavía estoy arrepentido de no haber ayudado a la niña”.
3 comentarios:
Nada, no puedo.
Quiero fotos del suicidio.
Supongamos que el niño es un usuario de subtes en una ciudad que se paraliza una noche por un incendio en una central de generación de electricidad. Por un momento se queda pensando en su buitre. ¿Es acaso el buitre generador de la situación? ¿Vive gracias a ella? ¿Es acaso un taxista parado en la estación de trenes "hirviendo" de pasajeros?
¿Quién es el fotógrafo? ¿Nosotros pensándolo así?
Y la imagen. ¿Tiene acaso alguna utilidad, más que documentar la historia?
¿Puede ser cualquiera de nosotros el niño, ante un atropello, ante la imposibilidad de cruzar la calle?
¿Puede ser cualquiera de nosotros cruzando la calle del brazo de un niño down entre los autos, en la noche caótica, de luz cortada en algunos barrios, en una foto satelital que documenta el movimiento sobre la tierra a lo largo de una noche, eliminando la posibilidad de moverse como muertos bajo tierra?
Siempre que respondo, pregunto. Perdón.
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